Cómo elegir y limpiar champiñones

Hola a todos. Hoy os traigo un pequeño consejo sobre cómo elegir y limpiar correctamente champiñones frescos. A mucha gente le encanta comerse unos buenos champiñones, pero las dudas a la hora de elegir los más adecuados y, sobre todo, el desconocimiento a la hora de limpiarlos correctamente hacen que desistan de cocinarlos en casa o que recurran a los champiñones en conserva.




¿Champiñones frescos o enlatados?

Los champiñones congelados en crudo se deterioran fácilmente, por eso, en la sección de congelados del súper solo vamos a encontrar champiñones congelados ya cocinados. Las pocas marcas que comercializan champiñones congelados en crudo les tienen que añadir gran cantidad de conservantes, como sulfitos y dióxido de azufre, motivo por el que descarto su uso totalmente.

Aparte de estos, en el súper podemos encontrar básicamente dos variedades de champiñones: frescos y enlatados. Para mí, la mejor opción es frescos por varias razones:

  • Los champiñones enlatados pueden contener algún aditivo no muy saludable, como sal o azúcar.
  • Todas las vitaminas hidrosolubles se pierden al pasar al agua de la lata. Además, es recomendable lavarlos bajo el chorro de agua y escurrirlos bien antes de consumirlos para retirar los restos de conservantes, por lo que se pierden aún más nutrientes.
  • Los champiñones enlatados han perdido gran parte del agua propia del champiñón fresco, que es alrededor de un 90%, por lo que los enlatados no aportan sabor y jugosidad a nuestros guisos.
  • Ya han perdido su textura original, por lo que si usamos champiñones enlatados para cocinar, pueden dar un mal resultado, como una textura gomosa.
  • El kilogramo escurrido de champiñones enlatados tiene un precio superior al de los frescos.

De todas formas, los champiñones enlatados también tienen algún beneficio:

  • Tener latas de champiñones en nuestra despensa nos puede sacar de algún apuro para acabar un plato (hay que utilizarlos en el ultimo momento, pues ya están curtidos).
  • Son útiles si vamos a utilizarlos para alguna ensalada, una tortilla o algún plato frío que los requiera.

¿Enteros o laminados?

Por otro lado, también tenemos diferentes opciones en cuanto al tamaño y al formato (entero y laminado o troceado).

El tamaño depende de las preferencias de cada uno, aunque un calibre mayor indica que se ha recolectado en el momento óptimo de maduración.

En cuanto al formato, para mí es mejor el champiñón entero que el laminado o troceado. Estas son las razones:

  • Los laminados o troceados están manipulados, y cuando un producto se manipula y se trocea, a medida que pasa el tiempo se va deteriorando más rápida y fácilmente, por lo que perderemos parte de sus nutrientes y no conseguiremos un resultado fetén en nuestra receta.
  • Debemos limpiar los champiñones frescos, una tarea mucho más tediosa y que requiere mucho más tiempo cuando el champiñón ya está troceado.
  • Los champiñones troceados son algo más caros, lo que no compensa si tenemos en cuenta lo fácil que es trocearlos en casa.

Un consejo final para comprar los mejores champiñones frescos.

Una vez elegida la mejor opción, que son los frescos enteros y de mayor calibre, hay que escoger los que estén más blancos y evitar aquellos que estén pardos, lo que es sinónimo de que llevan tiempo cosechados y ya no están tan frescos.

Cómo elegir champiñones
Escoged champiñones frescos enteros lo más blancos posibles.

¿Cómo limpiar champiñones frescos?

Aunque los champiñones no vienen muy sucios, tenemos que limpiarlos antes de cocinarlos. En primer lugar, hay que cortar un poco de la base del tallo, ya que puede estar algo reseco y tener restos de tierra.

Posteriormente, debemos eliminar la tierra que puedan contener. Hay muchas maneras de hacerlo: sumergiéndolos en agua, bajo el chorro de agua, con un trapo humedecido o pelándolos. Pero no todas estas formas son igual de idóneas:

  • Sumergirlos en agua no es buena opción, ya que el champiñón es un alimento muy poroso y va a absorber mucha agua, haciendo que el resultado de nuestros platos no sea el deseado.
  • Pelarlos es una opción innecesaria, ya que perdemos parte del champiñón y no suelen estar tan sucios como para recurrir a ello.
  • Bajo el chorro de agua es una opción muy buena cuando se trata de champiñones silvestres, que vienen con mucha más tierra que los champiñones frescos que solemos encontrar en el supermercado, que son de cultivo controlado. Para ello, debemos lavarlos de uno en uno bajo un chorro suave de agua fría y luego secarlos bien y rápidamente con papel de cocina para retirar toda la humedad.
  • Con un trapo o papel de cocina ligeramente humedecidos es la mejor opción para los champiñones de cultivo, ya que suelen estar muy limpios, lo que hace innecesario recurrir al chorro de agua. De esta forma, evitamos que absorban agua y conseguiremos los mejores resultados al cocinarlos.

Cómo conservarlos en casa.

En la entrada «Cómo elegir mejillones y cocinarlos fácil y rápidamente» os comentaba que al tratarse de un producto fresco, lo mejor es cocinar los mejillones el mismo día que se compran, aunque no los vayamos a consumir en el momento. De esta forma, evitamos que el producto se deteriore y conservamos todas sus propiedades y nutrientes.

Pues con los champiñones ocurre lo mismo: lo ideal es, el mismo día que los compramos, limpiarlos bien, cocinarlos de una forma sencilla y que nos permita utilizarlos en cualquier receta (por ejemplo, salteándolos con un poco de aceite de oliva virgen extra), y conservarlos en la nevera en un recipiente bien tapado.

Y si no los queremos cocinar todavía, al menos debemos limpiarlos, secarlos bien, envolverlos en papel de cocina y guardarlos en un recipiente cerrado en la parte más fría de la nevera. De esta forma, evitamos su oxidación o, al menos, la retardamos, ya que sí que pueden ennegrecerse algo. Esto no es sinónimo de que se hayan echado a perder, aunque es un aviso de que hay que utilizarlos rápidamente.

Y esto es todo. Sencillo, ¿verdad? En la próxima entrada aprovecharemos estos ricos champiñones para hacer un sabroso guiso de judías blancas con pollo y champiñones. Sano, nutritivo y lleno de sabor. Os encantará.

Guiso de judías blancas con pollo y champiñones
En la próxima entrada, guiso de judías blancas con pollo y champiñones: nutritivo y muy sabroso.

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4 comentarios en “Cómo elegir y limpiar champiñones correctamente”

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