Pollo en pepitoria

Hola a todos. Hoy os traigo mi propia versión de una receta tradicional de la cocina española: el pollo en pepitoria. O, lo que es lo mismo, pollo guisado con almendras y huevo duro.

Como muchos jóvenes, yo no conocía esta receta ni lo que significaba «en pepitoria», hasta que comencé mis estudios en la escuela de hostelería. Allí aprendí a elaborarla casi al poco de comenzar. Días después, la reproduje en casa y todos quedaron encantados: un pollo jugoso y con mucho sabor. ¡Fetén!




Una receta tradicional elaborada con técnicas actuales: más rápido y sencillo.

He querido rescatar esta receta y darle un toque algo más personal. Esto incluye elaborarla de manera más moderna, es decir, invirtiendo el menor tiempo posible y economizando los posibles gastos y desperdicios, haciéndolo todo más rápido y sencillo.

Para ello, vamos a utilizar la olla rápida y el microondas. Como sabéis, son dos instrumentos que me gusta mucho emplear, ya que nos permiten ahorrar tiempo y energía, conservar mejor los nutrientes, cocinar con menos grasa y ensuciar menos. Todo son ventajas.

Por ejemplo, la elaboración tradicional de esta receta puede requerir unos 45 minutos de cocción. Sin embargo, con la olla rápida vamos a elaborarla en tan solo 5 minutos. De todas formas, en la receta he incluido también las indicaciones para elaborarla de forma tradicional.

Más adelante veremos cómo elaborar otras partes del pollo en pepitoria utilizando el microondas y ahorrando también un montón de tiempo.

Consejos sobre la compra y preparación del pollo.

El pollo en pepitoria, como os decía, no es más que pollo guisado en el que enriquecemos el jugo con almendra machacada y huevo duro.

Respecto al pollo, en mi caso voy a utilizar un pollo entero de aproximadamente 1,5 kilogramos.

Os recomiendo evitar manipular el pollo en casa, ya que contiene gran cantidad de bacterias y el riesgo de contaminación cruzada es alto. Pedidle a vuestro carnicero de confianza que os lo prepare a vuestro gusto y os ahorraréis un gran trabajo.

En el caso de esta receta, yo he pedido que le quiten la carcasa (la parte principal del esqueleto del pollo) y la piel. Además, he pedido que me lo troceen en sus diferentes partes, pero no de forma «grosera» partiendo los huesos (lo que llenaría de huesecitos la salsa del guiso), sino separándolas por las articulaciones. De esta manera, tendremos muslos, contramuslos y pechugas troceadas, limpias y listas para ser cocinadas.

La piel del pollo genera una gran cantidad de grasa que en este plato es innecesaria.

En cuanto a la carcasa, pedidle al carnicero que os la dé junto con las alas (que no voy a usar en este guiso) y en un paquete separado del resto del pollo.

Cómo aprovechar el pollo que no usaremos en la receta.

Podemos cocer en agua la carcasa y las alas, solas o con algunas hortalizas (cebolla, zanahoria, pimiento…) y especias al gusto. Obtendremos un sustancioso caldo que podemos utilizar tanto para sopas, como para enriquecer nuestros guisos y arroces. Eso sí, una vez hecho, metedlo en un táper en la nevera durante, al menos, un día. Transcurrido ese tiempo, debéis retirarle la capa de grasa que se habrá formado. Así, el caldo será también bajo en calorías, ya que esa grasa no aporta ningún tipo de nutriente.

Y las alas, una vez cocidas, aún las podemos aprovechar más. Seleccionando la carne, podemos usarla para desmenuzar en la sopa, hacer unas croquetas o añadirla en una ensalada tipo césar.

Un truco extra: antes de hacer el caldo, dorar las alas y la carcasa en la olla con dos cucharadas de aceite; le dará un gusto aún más rico.

Y si no os apetece hacer el caldo ya o en los próximos días, podéis congelar la carcasa y las alas y hacerlo cuando mejor os venga. Yo siempre tengo en el congelador alguna carcasa para hacer caldos cuando los necesito. Aunque también podéis congelar el caldo una vez hecho.

De esta forma, hemos aprovechado todo el pollo (excepto la piel) con nada de trabajo y a bajo coste, ya que comprar un pollo entero siempre es más asequible que comprarlo ya limpio y troceado, aparte de que le sacamos más partido.

Otros consejos respecto al resto de ingredientes.

Respecto a las almendras, como en otras recetas, yo uso almendras «al natural», que pelo y tuesto rápida y fácilmente en el microondas. En la entrada Cómo pelar y tostar almendras fácil y rápido podéis ver cómo se hace y por qué lo hago así.

Finalmente, haremos el huevo duro también en el microondas, de una manera rápida, sencilla y sin tener que hervir agua. Para ello, hay que usar un recipiente de vidrio relativamente ancho, cascar en él el huevo (yo voy a hacer solo uno, pero podéis hacer dos, si queréis), pinchar la yema sin romperla, tapar el recipiente con un plato (sin que quede hermético) y cocinarlo en el microondas a 350 W durante 30 segundos.

Una vez finalizados, dejamos reposar tapado durante 30 segundos y volvemos a calentar a 350 W durante 30 segundos.

Si, tras 30 segundos de reposo, el huevo todavía no estuviera hecho, repetir ciclos de calentamiento durante 10 segundos y de reposo durante 30 segundos tantas veces como sea necesario hasta conseguir que el huevo esté hecho a nuestro gusto (hay que revisar su estado tras cada periodo de reposo, antes de volver a iniciar un nuevo calentamiento).

Os dejo un vídeo sobre cómo cocer huevo en 1 minuto en el microondas al final de la entrada, junto con el vídeo de la receta de hoy.

Consejos para que no se pegue el pollo y evitar salpicaduras de aceite.

Como en todo guiso de carne, hay que dorar el pollo antes de cerrar la olla para que se cocine. Como sabéis, este paso suele generar grandes salpicaduras de aceite caliente y suele ocurrir que se pegue la carne al fondo de la olla e, incluso, que se queme un poco.

Para evitar que la carne se pegue al fondo de la olla y que se queme, hay que repartir bien el aceite (en este caso, 2 cucharadas) por toda la superficie de la olla y esperar a que se caliente bien (sin llegar a humear) antes de agregar el alimento (en este caso, el pollo). Probadlo y ya veréis que no se os pega.

Por otro lado, para evitar salpicaduras de aceite caliente al añadir el pollo y durante el cocinado, yo solo caliento 2 cucharadas de aceite de las 4 que lleva el guiso, y en ellas doro el pollo. Las otras 2 las añadiré una vez que el pollo ya está dorado, cuando añada la cebolla y el ajo para que se sofrían.

A mí me funcionan; espero que a vosotros también os sean de utilidad estos consejos.

¡Vamos allá con la receta de este jugoso pollo en pepitoria!

Espero que os guste y que sigáis leyendo mis entradas nuevas y las ya publicadas. Recordad que podéis contactarme a través de los comentarios y suscribiros para recibir puntualmente las nuevas entradas. También podéis seguirme en las redes sociales (Facebook, Twitter y YouTube).

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Pollo en pepitoria en 5 minutos (pollo con almendras y huevo duro)

Pollo en pepitoria
Preparación10 minutos
Cocción5 minutos
Tiempo total15 minutos
Nº de raciones: 5
Coste por ración: 1,49 €
Autor: Rubén Durán

Ingredientes:

  • 1 pollo (1,5 kilogramos, aproximadamente) (troceado al gusto y sin piel)
  • 4 cucharadas de aceite de oliva virgen extra (ver nota 1)
  • 4 dientes de ajo (pelados)
  • 1 cebolla (200 gramos aproximadamente) (pelada y picada)
  • 1 hoja de laurel
  • 2 ramitas de perejil
  • 2 puntas de tomillo (ver nota 2)
  • 4-5 hebras de azafrán (un pellizco)
  • 1 punta de pimienta blanca recién molida (o 6 vueltas de molinillo)
  • 1 punta de canela en polvo
  • 1 punta de comino en polvo
  • 4 puntas de sal
  • 75 gramos de almendras (peladas y tostadas o «al natural») (ver nota 3)
  • 150 mililitros de vino blanco
  • 1 o 2 huevos

Elaboración:

  • En un mortero, machacamos 1 diente de ajo pelado, el perejil, el tomillo, el azafrán, la canela, el comino y 1 punta de sal.
  • Añadimos también las almendras ya peladas y tostadas, y las machamos, aunque no del todo, ya que debemos encontrar trocitos en la salsa.
  • Acabamos el majado añadiendo el vino blanco. Desleír.
  • Ahora, añadimos 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra en la olla rápida (las otras 2 las añadiremos más tarde; de esta forma, evitaremos que, al dorar el pollo, haya salpicaduras de aceite caliente). Repartimos el aceite por toda la superficie y esperamos a que se caliente bien (pero sin llegar a humear), evitando así que se nos pegue el pollo. Añadimos el pollo troceado al gusto y sin piel, y lo doramos, dándole vuelta después de un rato para que se haga por todas partes. Podemos tapar la olla mientras tanto para evitar salpicaduras.
  • Una vez dorado por todas partes, añadimos los 3 dientes de ajo que nos quedan y la cebolla, todo ello pelado y picado, y las otras 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra. Añadimos también las 3 puntas de sal restantes y la pimienta, y removemos. Dejamos que se sofría con la tapa puesta y removiendo de vez en cuando.
  • Añadimos la hoja de laurel y el majado preparado anteriormente, y removemos.
  • Cerramos la olla rápida y subimos la fuente de calor al máximo hasta que la válvula alcanza la posición 2. Desde ese momento, cocinamos durante 5 minutos, transcurridos los cuales, apagamos la fuente de calor. Dejamos que se despresurice por sí sola, sin forzar la válvula ni enfriar la olla aceleradamente, aprovechando así el calor residual y ahorrando energía.
    En caso de utilizar olla tradicional, cubrir con agua o caldo de pollo y cocer durante 30-45 minutos, hasta que el pollo esté tierno.
  • Cocemos los huevos en el microondas Para ello, los cascamos en un recipiente de vidrio relativamente ancho, pinchamos las yemas sin romperlas, tapamos el recipiente con un plato (sin que quede hermético) y:
    a) lo introducimos en el microondas a 350 W durante 30 segundos.
    b) Una vez finalizados, esperamos 30 segundos de reposo antes de levantar el plato y ver cómo están los huevos.
    c) Volvemos a calentar a 350 W durante 30 segundos; y
    d) dejamos reposar durante 30 segundos.
    Si el huevo todavía no estuviera hecho, repetir ciclos de calentamiento durante 10 segundos y de reposo durante 30 segundos tantas veces como sea necesario hasta conseguir que el huevo esté hecho a nuestro gusto (hay que revisar su estado tras cada periodo de reposo, antes devolver a iniciar un nuevo calentamiento).
  • Picar los huevos duros y añadir sobre el pollo ya cocinado.

Notas:

  1. 1 «cucharada» equivale a 15 mililitros (1 cuchara sopera).
  2. 1 «punta» equivale a 1 cuchara de café/moka.
  3. Si, como yo, optáis por comprar almendras «al natural», podéis visitar la entrada Cómo pelar y tostar almendras fácil y rápido, donde encontraréis una forma de pelarlas y tostarlas rápida y fácilmente. Además, recién tostadas quedan mucho más ricas y le dan un sabor delicioso al plato.
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4 comentarios en “Pollo en pepitoria (con almendras y huevo duro) en 5 min”

    1. Espero que te guste tanto como a mí, Rosa. Sí, no es habitual usar frutos secos en un guiso, pero este es un plato muy tradicional en toda España. No tengas miedo, ya verás 🙂
      Y si te animas, prueba también los garbanzos con chorizo y uvas pasas. Te sorprenderá gratamente la mezcla.
      Muchas gracias por tu comentario y un saludo.

    1. 5 stars
      Gracias, Pepi. Acabo de hacer uno y, simplemente añadiendo una cebolla entera y dos zanahorias, está…, mmmm, buenísimo.
      ¡Un abrazo!

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