Bienvenidos a una nueva entrada de Cocina Fetén. Hoy os traigo una receta dulce: unos bollos especiados superricos, con un sabor y un aroma delicados y suaves, nada empalagosos y muy sorprendentes. Ideales para una merienda con un café, un té…
Dulces lo más sanos posible: hechos en casa.
Es verdad que hay que cuidar la alimentación; ese es, entre otros, uno de los objetivos de este blog: intentar comer lo más sano posible. Esto no implica que no podamos ingerir dulces; a veces también debemos permitirnos un capricho. Eso sí, debemos intentar que sea un capricho lo más sano posible.
Mi lema respecto a los dulces y la bollería es sencillo: «si quieres dulces, hazlos en casa». Con esto quiero decir que si un día se nos antoja comer algún dulce, postre o, como se diría en mi tierra adoptiva, una «llambionada», antes de ir a lo fácil (acudir a una pastelería, cafetería o, lo que es peor, comprar bollería industrial del supermercado), es preferible adquirir los ingredientes para hacer la elaboración en casa. ¿Que nos apetece un bizcocho de zanahoria? Pues compramos los ingredientes, que son muy fáciles y baratos, y lo hacemos en casa de una manera tan fácil como en 10 minutos en el microondas.
La falta de tiempo o no querer ensuciar no son excusas, porque siempre intento daros recetas rápidas, prácticas y sencillas, que no requieren ensuciar mucho ni dedicarle demasiado tiempo a la cocina, además de resultar mucho más baratas que si compráramos el mismo dulce en la calle. Otros ejemplos: bizcocho de chocolate en 7 minutos por solo 0,20 € por ración, flan de chocolate en 10 minutos por solo 0,33 € por ración o helado de chocolate, ron, pasas y almendras en 25 minutos por 2,49 €/litro.
Ventajas de hacer los dulces en casa.
Hacer los dulces en casa tiene importantes ventajas. En primer lugar, evitamos ingerir el exceso de azúcares que contienen los dulces industriales y de pastelería, así como otras sustancias innecesarias que no nutren y que, incluso, no son muy saludables, como conservantes, colorantes, texturizantes, espesantes, etc. Haciéndolo en casa, conseguimos que nuestro dulce sea lo más natural posible y que podamos controlar la cantidad de azúcar y del resto de ingredientes.
Otra razón importante es el sabor: no hay nada que esté más rico que un dulce hecho en casa; no tiene nada que ver con el comprado en la tienda.
Con todo esto no vengo a decir que, haciéndolos en casa, los dulces sean beneficiosos y que eso sirva de excusa para elaborar (y comer) un bizcocho cada día. Todos los dulces llevan azúcares y debemos ingerirlos con moderación. En este sentido, hacerlos en casa puede ayudarnos aún más.
Aunque nos lleve más tiempo y esfuerzo, con el simple hecho de elaborar los dulces en casa, nuestra ingesta de estos alimentos será mucho menor que si optamos por comprarlos directamente en la tienda. Somos más conscientes de las cantidad de ingredientes que lleva cada receta y, por ello, haremos un consumo más responsable de estos alimentos. Cuando nos comemos un dulce industrial, no somos realmente conscientes (o no queremos serlo, a veces) de lo que estamos ingiriendo ni en qué cantidad, pero si lo analizáramos en detalle, nos llevaríamos una (desagradable) sorpresa.
Bollos especiados: una exquisitez.
Normalmente, asociamos las especias a los platos salados y reducimos su empleo en platos dulces a la canela, la vainilla, el anís o el jengibre. Pero ¿habéis probado a añadir especias como comino, cilantro o cardamomo a una elaboración dulce?
Pues en los bollos especiados de hoy vamos a utilizar cardamomo, una vaina del tamaño de una guindilla pequeña, en cuyo interior alberga unas semillas que dan un aroma ligeramente cítrico y un sabor sorprendente.

No todos los comercios tienen esta especia, aunque sí está presente en la mayoría de hipermercados. Merece la pena tenerla en nuestra despensa, tanto para elaboraciones dulces como saladas, para aromatizar el té, la leche, etc.
Aunque si no encontramos esta especia o estamos en casa y solo nos falta este ingrediente, tampoco es un problema: la masa de estos bollos admite y está buenísima con otras especias, como, por ejemplo, comino molido, canela en polvo, semillas de cilantro molidas, jengibre, o cualquiera que os apetezca. También podemos usar ralladura de naranja, lima o limón. La cuestión es probar y ver cuál nos gusta más, pero con cardamomo quedan realmente Fetén.
A pesar de ser una especia relativamente cara, el coste total de esta receta es de 2,14 €, obteniendo unos 20 bollitos, es decir, 0,11 € por bollito. ¡Increíblemente barato!
Los bollos especiados se conservarán bien durante varios días si los mantenemos bien tapados…, aunque con lo ricos que están, no durarán demasiado.
Vamos allá…
Espero que os guste y que sigáis leyendo mis entradas nuevas y las ya publicadas. Recordad que podéis contactarme a través de los comentarios y suscribiros para recibir puntualmente las nuevas entradas. También podéis seguirme en las redes sociales (Facebook, Twitter y YouTube).
Bollos especiados
Ingredientes:
Para la masa:
- 400 gramos de harina de trigo
- 200 gramos o 200 mililitros de leche (entera, semi o desnatada, no importa)
- 70 gramos de mantequilla
- 70 gramos de azúcar blanca
- 5 gramos de sal
- 1 cucharada o 6 gramos de vainas de cardamomo (ver notas 1 y 2)
- 10 gramos de levadura fresca o 4 gramos de levadura seca (ver nota 3)
Para el relleno:
- 70 gramos de mantequilla
- 70 gramos de azúcar moreno
Para pintar los bollos:
- 1 huevo
Elaboración:
- Vamos a empezar elaborando la masa. Para ello, abrir las vainas de cardamomo y extraer las semillas. Haciendo un pequeño corte con el cuchillo se abren bien. También se puede hacer con el mortero, aunque luego tendremos que separar las cáscaras una a una.
- Calentar la leche en el microondas 2 minutos a potencia máxima, verter en un bol y añadir la mantequilla. Remover hasta que se derrita.
- Si no lo estuviera, esperar a que la leche esté tibia para añadir y disolver la levadura.
- Añadir el azúcar y la sal, y disolver.
- Moler las semillas de cardamomo en un mortero o molinillo y añadir.
- Añadir también la harina y mezclar todo bien hasta conseguir una masa ligeramente pegajosa. Una vez que se despegue de las paredes del bol, coger con las manos y pasarla a la mesa. Amasar unos 7 minutos hasta que esté lisa y ya no se pegue en las manos. Dejar reposar en un bol tapado con un paño durante aproximadamente 1 hora (debe crecer, pero no mucho; ver nota 4).
- Mientras la masa fermenta, vamos con el relleno. Para ello, en un bol, mezclar el azúcar moreno y la mantequilla hasta conseguir una mezcla homogénea. Reservar.
- Una vez fermentada la masa, colocar sobre la mesa y estirarla con las manos para darle una forma rectangular. Estirar bien con el rodillo, pero sin que quede muy fina (unos 4 milímetros de grosor).
- Verter el relleno sobre dos tercios de la masa y repartir bien, dejando sin untar el último tercio. Doblar este tercio no untado tapando uno de los tercios que sí está untado. Doblar el otro tercio que sí está untado sobre el tercio no untado. Debe quedar un rectángulo con tres capas de masa y dos capas de relleno. Esperar unos 5 minutos a que la masa deje de encogerse.
- Pasar ligeramente el rodillo y, con un cuchillo o cortapizzas, cortar tiras de aproximadamente un dedo o 1 centímetro de ancho en paralelo al lado más corto del rectángulo. Sin levantar la tira de la mesa, agarrar un extremo con una mano y, con la otra, deslizarla sobre la mesa para que todas las capas se enrollen sobre sí mismas. Después, enrollar la tira longitudinalmente como si hiciéramos un caracol, y cerrar metiendo un extremo por debajo.
- Colocar sobre una bandeja de horno con papel sulfurizado y dejar reposar unos 50 minutos.
- Precalentar el horno a 220 ºC arriba y abajo. Mientras, batir un huevo y pintar los bollitos con él.
- Hornear durante 9 o 10 minutos con la bandeja a media-baja altura (ver nota 5).
- Dejar enfriar. Antes, se puede decorar con miel y algún fruto seco troceado, como almendras o pistachos.
Notas:

Este fin de semana voy a intentar hacerlos pero no tengo cardamomo pero como dices, voy a utilizar otra especie aver como salen.
Un saludo y felicidades por tu blog!
¡Muchas gracias, Lara!
Prueba, prueba. A mí me encantan también con canela. Ya me contarás con qué los haces y qué te parecieron. ¡Un abrazo!